Esta vez vamos a analizar parte del Panorama Político, que infaltablemente edita Clarín todos los domingos. El correspondiente al 27 de diciembre fue firmado por Eduardo van der Kooy y publicado en la página 31. Lo que más me sorprendió fue la dureza del escriba contra Eduardo Duhalde, ex presidente llegado al poder sin voto popular pero con el amplio apoyo del diario de la señora apropiadora de bebés. Este respaldo de Clarín fue ampliamente retribuido durante el gobierno del hincha de Banfield más famoso: la pesificación asimétrica licuó la enorme deuda que el grupo tenía en dólares y la modificación de la ley de quiebras lo salvó de que sus bienes puedan ser ejecutados por los acreedores. Casi podríamos decir que el multimedio podría haber desaparecido o tal vez modificado su composición. Pero salgamos de la fantasía y entremos en el artículo
Van der Kooy destina casi tanto espacio para criticar a Duhalde como a Kirchner. Es la primera vez que un dirigente político no perteneciente al kirchnerismo tiene ese ¨privilegio¨ desde el conflicto con el campo. Ni Macri, con todos sus desaguisados, logró esa presencia. Los cuatro primeros párrafos de la nota son destinados a criticar el lanzamiento de la candidatura de Duhalde. En principio se la califica de ¨prematura¨ y resultado ¨de la ausencia de una clase dirigente renovadora¨. Dice que la candidatura es más revanchista que otra cosa y atribuye a dos políticos que cuentan con la simpatía de Clarín - Solá y Alberto Fernández - la inútil tarea de convencer al bonaerense de lo errado de su proceder.
Después sí vienen las comparaciones con Kirchner. Dice que a ambos dirigentes los hermana el bajo porcentaje que obtienen en una encuesta sobre imagen. Para criticar a Kirchner en soledad, el editorialista dominical persiste en una mentira fabricada por el diario que trabaja: dice que en el acto que Kirchner encabezó en Rosario hubo sólo cuatro intendentes, cuando ya fue archi demostrado que había por lo menos 20 en el palco. Además nada dicen de la masividad del encuentro y de la gente que quedó afuera.
La nota sigue con consideraciones de política económica, pero en la columna final vuelve a apuntar los cañones contra Duhalde, ya que, según Van der Kooy, cualquier tipo de armado político le cuesta ¨un perú¨ y que varios dirigentes del PJ prefieren no mostrarse en público con él.
Finalmente, el panorama culmina refiriéndose a Cobos, quien sería, para el analista, el principal beneficiario de esta interna peronista. Menciona su paciencia y su buena suerte, pero lo insta a no confiar solamente en su buena estrella. Pero el resto de la clase política debería leer estos panoramas para darse cuenta que las promesas y las ayudas de Clarín no son eternas. El mismo Duhalde ya aprendió que ¨el crimen no paga¨.
miércoles, 30 de diciembre de 2009
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