Ya desde antes de las elecciones del 28 de junio del 2009, ambos autores del Panorama Político de los domingos de Clarín, Ricardo Kirschbaum y Eduardo van der Kooy, especulaban con una segura y rápida declinación de Néstor Kirchner y del proyecto político que el ex presidente y Cristina encarnan. Es así como diversos armados políticos destinados a reemplazarlos desfilaron por las páginas dominicales del gran diario argentino. Generalmente estas columnas culminaban con el seguro pronóstico de que más temprano que tarde, el destino del Gobierno actual estaba sellado.
Sin embargo, el domingo 25 de abril, Van der Kooy escribe su columna habitual en la que considera las posibilidades que tienen los actuales moradores de la Quinta de Olivos de continuar al frente del país. Lo hace en la página 33 y tiene el dibujo habitual de Sábat donde está dibujada una cara bifronte que contiene los rostros caricaturizados de Mauricio Macri y Julio Cobos.
Por supuesto que el pronóstico del columnista sigue siendo pesimista para Kirchner, es obvio que Clarín no va a renunciar a su guerra de la noche a la mañana, pero ya el hecho de que se vea obligado a considerar la posiblidad de que el peronismo gobernante no esté tan muerto como ellos creían, es todo un síntoma de que algo preocupa profundamente al multimedio.
Van der Kooy centra su análisis en las posibilidades de Néstor Kirchner en 2011. Es muy poco lo que se refiere a Cristina y a la actualidad semanal del Gobierno y del quehacer político en general. Para el periodista de Clarín la esperanza de los K se basa en que perciben un clima ¨distinto al que perciben los argentinos comunes¨. Ya esta frase desata un par de preguntas. Si la fantasía es tan desmesurada, ¿Por qué merece que Clarín le dedique tanto espacio? ¿Cómo sabe el periodista que es lo que perciben los argentinos comunes?
Más adelante señala que son varios los peronistas sorprendidos y enojados con la posiblidad de que un Kirchner encabece la fórmula peronista en 2011, pero lo que no explica, es quien de ellos tiene más posibilidades que el ex presidente. ¿Con que clase de peronistas hablará Van der Kooy para saber lo que estos piensan?
Prosigue el columnista con los números de las encuestas que marcan que la imagen del Gobierno ha mejorado. Admite que esto puede ser así pero que no le alcanzará para ganar ya que dice que la clase media es irrecuperable. También sostiene que la inflación alejará a los sectores populares del Gobierno, sin pensar que aunque los precios aumenten, quienes nada tenían y ahora algo tienen tal vez prefieran elegir a los que por lo menos se preocuparon por ellos y no a otros partidos que fueron cómplices del hundimiento de las capas populares.
Luego viene algo infaltable en las columnas de Van der Kooy: los supuestos manejos maquiavélicos de Néstor Kircher que tienen siempre como norte la destrucción de sus adversarios. Así describe como el ex presidente en persona está detrás de las críticas a los periodistas y de los tropiezos de Macri, Cobos y De Narváez. Sostiene por ejemplo que con tal de llevarse puesto al jefe de gobierno porteño, Kirchner no vacilará en sacrificar a Ricardo Jaime ante el altar de Oyarbide.
Para Van der Kooy el problema pasa por una oposición dispersa, que comete errores que son rápidamente aprovechados por el Gobierno.Por eso especula y alienta la articulación de un frente opositor más firme en el Congreso, cuyo artífice principal sería Felipe Solá e incluye a Pino Solanas que estaría de acuerdo en ocupar espacios en común con el ex gobernador. No está claro si esta posibilidad es cierta o sólo una expresión de deseos del autor de nota.
Para finalizar, el periodista estrellas de Clarín se toma del caso de la denuncia de coimas en Venezuela para comparar a la Argentina con ese país y a los Kirchner con Chávez. Dice que el Gobierno argentino es fiel discípulo de su par venezolano y sostiene que eso lo lleva a la decadencia y a un chavismo tardío, sin recordarle a sus lectores, que Chávez se mantiene en el poder gracias a un aluvión de votos que se renueva periódicamente.
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