Clarín promete revelaciones de Antonini Wilson pero sólo ofrece imprecisiones

El domingo 2 de mayo, Clarín publica un reportaje al famoso valijero venezolano Antonini Wilson para reforzar su fuerte ofensiva contra el Gobierno de la mano del caso de las supuestas coimas o comisiones cobradas por los intermediarios para facilitar los negocios con Venezuela.
El reportaje constituye el título central de la tapa y se publica en las páginas 3 y 6 de la edición dominical. Además, bajo el cintillo de ¨causas por corrupción¨, el tema se completa con otras notas sobre el caso hasta llegar a la página 10.
Clarín da por supuesto que el prófugo venezolano es conocido por todos ya que no publica en la tapa ni su nombre de pila: Alejandro, ni su otro apellido: Wilson. Así, Antonini Wilson se constituye como una ¨autoridad¨ en el tema por su experiencia por ¨todos¨ conocida. Semejante conocimiento lo autoriza a dar un reportaje exclusivo donde se da el lujo de contar ¨todo¨. Desde la apertura de una supuesta oficina donde Uberti atendía en persona, hasta los llamados que habría realizado el entonces presidente Kirchner para controlar la situación. Una vez adentro del diario, el reportaje realizado por Juan Cruz Sanz tiene una foto o infografía de Antonini que abarca casi la página entera,y en la página 6 (el salto se produce porque las páginas 4 y 5 están dedicadas a publicidad), hay una foto de tamaño más reducido, con recuadros que explican el quien es quien del caso y la breve opinión del periodista Walter Curia.
Lo primero que llama la atención de quien esto escribe es precisamente este conocimiento del que hace alarde Antonini. En mi caso, leí los resúmenes del juicio que publicó Perfil durante el año pasado y la estrategia de Antonini era desconocer todo, desde la propiedad de la valija(por la que firmó y se hizo cargo sin que nadie lo obligara) hasta el contenido. Entonces, ¿Cómo es que de pronto sabe tanto? ¿No era una pobre víctima de Uberti? ¿No era que había tomado la valija como un gesto caballeresco? ¿Por qué dijo que la valija contenía libros? Si el lector espera alguna respuesta a esta preguntas, lamento decepcionarlo, la nota de Clarín no responde a ninguna.
En la introducción cuenta el periodista cómo consiguió la nota con el objetivo de contarle a sus lectores lo dificultoso de lograr un testimonio tan importante. Listos a escuchar las revelaciones esperadas, nos encontratamos que el ex gordo venezolano dice que sabía de las coimas por ¨vox pópuli¨, es decir rumores. Reconoce que ni siquiere llegó a hablar del tema con Claudio Uberti y dice no saber si el dinero de la valija que él llevó eran parte de estos sobornos. Hasta aquí periodista y lectores decepcionados, Antonini no fue testigo de nada y repite de oídas. Peor se pone la cosa cuando dice que nunca oyó hablar de Roberto Wellichs, uno de los jefes de las consultoras que habría participado del negocio investigado. Ante la falta de resultados, Sanz cambia de táctica y le pregunta por Uberti,y ahí el empresario dice que no le gustaba el argentino por su actitud y que había montado una oficina en Caracas para llevar a cabo sus negocios sucios. No dice Antonini ni investiga el periodista, donde se hallaba ubicada. Antonini dice que había venezolanos y argentinos molestos por este ¨guiso¨ cómo lo llama él, pero supo por comentarios (no dice de quién)que a los que se quejaban los reemplazaban rápidamente. Y afirma que hasta Kirchner llamaba para preguntar, pero no dice como se enteró de estas supuestas comunicaciones.
En la página 6 culmina el reportaje donde Antonini dice que hubo peces gordos en todo esto porque sino no hubiesen llegado tan lejos, ni hubiesen podido montar este negocio. Pero no aporta una información que diferencie lo que él dice de lo publicado por los diarios argentinos durante toda la semana. Evidentemente Antonini Wilson aparenta mucho y sabe poco y, pese a los esfuerzos del periodista, no nos revela un dato que apuntale a la causa ni a la ofensiva de Clarín.