martes, 31 de julio de 2012

La precuela de Clarín contra Boudou

Aún antes de desatar la operación que bautizaron como Boudougate, Clarín ya había tomado como blanco al vicepresidente. Y lo hicieron con un argumento reiterativo para el multimedio: los fondos de la Anses. Pero en este caso el cuestionamiento venía por el lado más banal del ex ministro: su relación con el grupo de rock La Mancha de Rolando. En agosto del año pasado, más precisamente el jueves 11, Clarín sacó en su página 12 y bajo el cintillo ¨Elecciones 2011¨ una nota titulada ¨Sospechas y rumores por La Mancha de Rolando, el sostén rockero de Boudou¨. La firmaba el periodista Martín Bidegaray y las cinco columnas estaban acompañadas por una foto del cantante Manuel Quieto tocando en el escenario junto a Boudou. Bidegaray primero trata a la banda en forma peyorativa ya que la presenta como telonera de otras más grandes. Esto para contrastarlo con el creciente número de recitales que había logrado dar gracias a su vínculo con el hasta ese momento Ministro de Economía. Nada cuenta el periodista de la trayectoria anterior de la banda, ni de su conformación. Tampoco indaga en la cantidad de CD vendidos ni en la asistencia a sus recitales, lo que podría dar una idea mejor acerca de la popularidad o no de la banda. Después pasa directamente el costo del cachet de la Mancha de Rolando que sería de 50 pesos por show. Decimos sería porque el periodista no dice de donde sacó el dato. Tampoco sabemos de donde saca el dato que muestra a continuación: la banda habría ganado casi 600 mil pesos en la campaña lo que habría sido pagado con plata del Anses. En realidad toda la nota se escribió para decir esto, por lo que esperamos que los datos banquen lo dicho. Pero esperamos en vano, Bidegaray usa el potencial y no es capaz de mostrarnos un recibo o una fuente que se haga cargo del dato. Termina el periodista diciendo que La Mancha forma parte de los músicos que apoyan a Cristina,pero para él, lo hacen porque el gobierno paga el triple del cachet común. Lo dice Bidegaray, que sin duda, debe trabajar en Clarín por convicción ideológica y ad honorem