martes, 22 de junio de 2010

Clarín, molesto por las críticas, denuncia una red de medios K

Uno de los principales argumentos que viene utilizando Clarín contra el Gobierno es la supuesta postura de los Kirchner de considerar enemigo a todos los que critican sus posturas. Sin embargo, el diario de Ernestina embiste, en su edición del 20 de junio, contra una supuesta red de prensa K conformada por todos aquellos medios periodísticos que cuestionan el desempeño del mayor multimedio de la Argentina.
La desmesura en los califativos, el tamaño de la nota y la falta de firma del artículo, nos lleva a pensar que la conducción del Grupo se encuentra ofuscada por las críticas y cercada por una realidad política cada vez más negra: la ley de Medios avanza y la identidad de los herederos del holding está a punto de conocerse.
La nota está ubicada en las páginas 14 y 15 del cuerpo principal y tiene una fota central donde se encuentran la Presidenta y Gabriel Mariotto. Por otra parte, en la parte superior de la nota, hay una infografía dividada en cuadros que ubica a quienes encabezarían esta red junto con sus consiguientes medios. Hay periodistas, empresarios, sindicalistas y funcionarios. El análisis no discriman el contenido de cada emisora o diario, es así como entre los medios estatales están mencionadas las señales folclórica, rock y clásica de Radio Nacional, que difunden poca información y que son eminentemente musicales o el canal Encuentro que es cultural o Paka Paka que está dedicado al público infantil. Es evidente que la enumeración de tantas empresas periodísticas tiene la finalidad de relativizar la cantidad de medios que a su vez tiene Clarín, o por lo menos, trata de instalar la idea de una igualdad más aparente que real.
Ya en el cuerpo de la nota, la anónima escritura se despega de cualquier tono analítico y embiste al Gobierno desde el vamos. Se habla del uso de fondos públicos, de una condena a todo lo que no es kirchnerista y de un supuesto libreto central seguido a rajatabla por todos, lo que se contradice con la cantidad y disparidad de medios, ya que no se explica cómo sería posible centralizar el discurso en una red tan heterogénea como la que presenta Clarín. Tampoco hay un detalle de cómo ni a quien se le asignan el dinero. Sólo se limitan a insinuar que el dinero mueve la fidelidad. Por enésima vez se incluye a los blogueros en este esquema lo que produce la desazón de quien esto escribe ya que no especifica en que oficina se puede pasar a retirar el cheque del amigo Aníbal Fernández.
En vez de alegrarse por la variedad de opciones, Clarín sostiene que esta red acalla las voces disidentes, pero no muestra caso alguno de censura. El mecanismo de copar los medios para emitir un sólo mensaje es bien conocido por Clarín ya que es la actividad que practicó de Menem para aca. El fin próximo de esta realidad monopólica provoca el furioso lamento del matutino. Otra práctica del Grupo, presionar a jueces y legisladores para que fallen a favor, también es puesta como llevada a cabo por el gobierno peronista, cayendo en la volteada el propio juez de la Corte, Eugenio Zaffaroni.
Después de este planteo, la nota se mete a criticar a los principales medios opositores. Es así como desfilan por la guadaña los programas de la productora de Gvirtz(especialmente 678), los medios de Spolski (que además tienen un recuadro específico), Página 12, Canal 7 y el propio Victor Hugo Morales.
Por último el diario se victimiza nuevamente por el supuesto escrache que significaron, en su opinión, los carteles contra algunos periodistas que conforman el multimedios, a lo que sumó un incidente con una periodista santacruceña que no forma parte del multimedio. Raro que una empresa que provocó con su accionar económico el cierre de muchos medios competidores del interior ahora se preocupe por el destino de una trabajadora de prensa. Paradojas de estos tiempos cambiantes, que están alumbrando una realidad que el Grupo Clarín no parece dispuesto a aceptar.

martes, 8 de junio de 2010

Clarín disfraza de nota periodística la respuesta institucional del Grupo en la causa Noble Herrera

Dando por sentado que todos los lectores saben que los Noble Herrera son hijos adoptivos de la dueña de Clarín, el diario trata de instalar que los derechos humanos son violados constantemente en la causa en la que se investiga el origen de Felipe y Marcela. Es así que en la página 16 de la edición dominical del 6 de junio una nota sin firma busca supuestas irregularidades en la causa y narra una persecución más cercana a una película de Indiana Jones que a la cobertura de un diario serio.
La nota se titula ¨Revelan más datos de la persecución a los hermanos Noble Herrera¨, abarca toda la página y contiene una foto que acompaña a un recuadro con los antecedentes de la causa y fotocopias de la causa donde se resalta con marcador amarillo las palabras que al diario le parecen llamativas.
La única fuente de la nota son los abogados de los hijos de Ernestina. Los dichos de los profesionales no son contrastados con la otra parte del juicio, ni con testigos de la situación narrada.
Ya en el primer párrafo se califica de vejatorio el procedimiento judicial encabezado por la jueza Arroyo Salgado. Teniendo en cuenta que no hay periodista que se haga cargo del calificativo, debemos inferir que es la opinión del matutino que por lo tanto disfraza de nota periodística la respuesta institucional que el Grupo Clarín ofrece como versión de los hechos. Es la única manera de entender una nota sin ninguna clase de investigación ni de cotejo con otras fuentes que avalen la crónica.
La nota cuenta la perplejidad de los abogados de los Noble Herrera ante la rapidez de la Justicia, contradiciendo el discurso mediático de la supuesta lentitud habitual de estos procedimientos. Tampoco se hace alusión a los 9 años en que la causa estuvo dormida por la responsabilidad del juez Bergesio. Clarín parece extrañar a un juez tan apacible.
La hipóteis del diario es que la jueza ya tenía la orden de allanamiento preparada, lo que es una obviedad: hasta las piedras del juzgado sabían que los Noble Herrera no aceptarían dar sangre. La rapidez de la jueza aseguró la obtención de la prueba que es la finalidad principal de cualquier operativo judicial.
No contento con esto, Clarín trata de victimizar aún más a los hijos de Ernestina describiendo una cinematográfica persecución, con policías de civil, sonidos de sirenas, hombres de negro sin identificación y armas largas. Este lujo de detalles no salía en Clarín en la época en que estos operativos eran habituales pese a no contar con la orden de ningún juez. Para terminar, los abogados de Clarín anticipan que recusarán a la jueza en todos los fueros, no sea cosa que su ejemplo cunda.