martes, 13 de julio de 2010

El Futbol para todos vuelve antes en Clarín

Mientras los futboleros estamos en plena etapa de melancolía por el Mundial terminado y aguardamos ansiosos el comienzo del campeonato argentino de fútbol, Clarín se ocupa del Fútbol para Todos, tal vez porque extraña aquellos tiempos en que era amo y señor del deporte más querido por los argentinos.
Es así que el mismo día en que se jugó la final del Mundo entre España y Holanda, Clarín tituló en la página 15 de su edición dominical ¨El Plan Fútbol para Todos costará $300 millones más que lo previsto¨. La nota la firma el periodista Martín Bidegaray y está acompañada por una foto en la que se encuentran la Presidenta, Julio Grondona y Diego Maradona.
La crónica tiene el objetivo de mostrar el manejo presupuestario del dinero que paga este programa del gobierno nacional con la obvia intención de descalificar esta gestión por completo. Para esto no recurre a documentos del gobierno, presupuestos o declaraciones de funcionarios, sino que la fuente más importante la constituye una consultora llamada Euroamericas Sports, y su presidente Gerardo Molina. Esta empresa especializada en negocios vinculados al deporte es la única fuente con nombre propio, ya que las otros referentes son ¨allegados a la Jefatura de Gabinete¨ de los que ni siquiera se insinúa cargo o función.
El periodista basa toda la nota en el testimonio de Molina y no ofrece opinión que la contradiga, ni siquiera relativiza los dichos del empresario, por lo que se entiende que concuerda con su testimonio que no sólo se limita a hablar de números sino también de intenciones. Molina cuenta que la cifra del contrato de Fútbol para Todos es de $928 millones, lo que aleja la cifra de los 600 iniciales. Este es un dato que puede ser cierto o no (no aclara cuando ni como tuvo acceso al nuevo acuerdo), pero lo dudoso es la intencionalidad que atribuye Molina a la AFA: sostiene que el incremento es para que el dinero se transfiera a los clubes para que a su vez Grondona siga en su cargo. Las preguntas serían, ¿No es obvio que el dinero es para los clubes? ¿Cómo supo de las motivaciones de la AFA? ¿Lo que dice se lo dijo alguien o son especulaciones propias? ¿Cómo se sostenía Grondona en su cargo cuando no tenía el ingreso del Fútbol para Todos?
Luego de estas especulaciones, Bidegaray vuelve a los cálculos propios y describe el dinero gastado hasta el momento tomando en cuenta el rating de las transmisiones. Así, llega a la conclusión que el Estado paga 240 pesos por hogar espectador Contrapone este dato a lo que se gastaba cuando el fútbol era para pocos, pero falseando un dato, ya que sostiene que los clientes pagaban sólo un adicional de 20 pesos,sin recordar que además había que pagar 15 pesos mensuales por el decodificador más los sucesivos incrementos de la factura de cable. Tampoco dice nada el periodista sobre la no modificación de la tarifa del cable, una vez que Clarín perdió los derechos del fútbol. Mucho menos se refiere al cierre de las señales de cable del Interior que no podían acceder al fútbol por culpa del manejo monopólico del negocio.
Bidegaray prefiere sostener, en el final de su nota, el discurso de la humillación de la goleada y del fracaso mundialista, alegrándose de que la derrota argentina le impidió al Gobierno capitalizar al festejo popular. Tampoco se privó de decir que la recepción a Maradona fue organizada por punteros políticos, reproduciendo una nota de un diario extranjero. Tal vez, si hubiese ido a preguntar, se hubiese encontrado con hinchas que actúan por convicción, pero igual no hubiese entendido nada, ya que esta palabra no forma parte del ADN de los periodistas que trabajan en el medio de Ernestina Herrera de Noble.

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